miércoles, 16 de noviembre de 2011

Momentos de tensión, o cómo pasar de un día tranquilo a una conversación cliché sobre drogas.

Me encuentro ante un problema. No muy serio, pero problema al fin.

Por un lado tengo que tuve un muy buen día. Fui a la escuela, entregué dos trabajos. Vi a Fideo y fuimos lejos muy lejos al cumpleaños de alguien que no conozco. Estuve bastante relax con Pancho y Vilchis. Todo coqueto.
Ahora. Llego a casa y me encuentro con que mi padre está acostado en la oscuridad sin muchas ganas de hablar. Bueno, no es mi problema, ¿cierto?
Enciendo la computadora y me encuentro con una imagen que dice: "Take your passion and make it happen. Things'll go your way. Hold on for one more day. Don't stop belivin, hold on to that feeling. Everything will be just fine, everything will be alright." Bien pinche cheerful la onda.
Ahora. Entro a mi cuarto y ¡oh, sorpresa!, ¿dónde pueden estar mis pipas? Vaya, seguro aparecerán después, ¿cierto?
Le pregunto a mi padre si quiere cenar. Me contesta con un seco "no".
...
Fuck! La sinapsis tardó un poco, pero llegó al fin.
Ahora viene el momento de pánico. ¿En qué momento sucedió? ¿Por qué el único día que dejo mis pipas a la vista del mundo, se le ocurre a mi padre entrar a mi cuarto? ¿Por qué no me grita sin control? ¿Cómo las voy a explicar?
Punto a mi favor. No hay weed en todo mi cuarto. Tampoco había en las pipas.
Punto en contra. Puede bien malinterpretarse y mi padre puede llegar a la conclusión de que la que podría haber poseído, fue fumada por mí.
Punto a mi favor. Cuando entré a mi cuarto y vi la ausencia de las mismas, no hice ni dije nada. Puedo alegar que no son mías, que las guardé para Pancho y que las dejé en mi buró para no olvidarlas y dárselas al día siguiente.
Punto en contra. Mi novio es (muy) abierta y orgullosamente consumidor de marihuana.
...
Ultimadamente, no me interesa mas que el último punto. Y es en contra. Muy muy en contra. ¿Qué puede pasar? ¿Antidoping? Meh. ¿Amenazas? Meh. ¿Dramitas onda lo-que-callamos-las-mujeres? Meh. ¿"No vuelves a ver a ese hombre jamás"? Fuck. Eso me consterna un poco más.
¿Qué procede en estos casos? Asumo que lo mejor es quedarse calladita hasta que él de el primer paso a la charla. Segundo: Negarlo todo. Yo no fui, no he hecho nada y mantendré una serena expresión que no delate culpa o miedo. Tercero (y moraleja de la historia): "Everything will be just fine, everything will be alright", ¿cierto?

martes, 8 de noviembre de 2011

Breves momentos del pasado, o qué NO hacer en caso de crisis quinceañera.

(Paréntesis/nota al margen del texto siguiente: me arrepiento profundamente de haber borrado entradas antañas. Acabo de darme cuenta de que borré 4 años de pensamientos pubertos (con todo y dobles "i") que bien me pudieron haber resultado útiles en algún momento. Nunca lo sabré.)


Debe usted saber que no siento. Y no me refiero a la queja puberta milenaria de "estoy muerta y vacía por dentro, mátenme ahora". Digamos pues, que no siento mucho. Sé que en teoría y bajo cierto contexto, se esperan emociones del tipo: "juro-que-eres-el-amor-de-mi-vida-y-te-amaré-por-siempre", o bien algo emo/azotado como: "no-puedo-vivir-sin-ti-no-me-dejes-nunca-o-moriré-cual-lactante-sin-su-madre"; y siempre me he enorgullecido de no ser esa clase de personas, que o bien sienten todo intensamente, o padecen de estupidez crónica. Al final es lo mismo.

Resulta entonces que en una o dos ocasiones fui capaz de entender por qué se dice lo que se dice cuando la gente siente lo que siente. O algo así.

La primera feliz ocasión, según recuerdo, sucedió una tranquila noche en que una Amaya muy quitada de la pena, viajaba rumbo a Zacatecas con un muy adicto novio, cuatro mudas de ropa y crack en los zapatos. (Enorme paréntesis aquí: ¿saben lo fácil que es transportar pequeñas cantidades de drogas por el país?). Carretera desierta. Viajantes dormidos. Ruido de motor y una noche estrellada hasta donde la vista alcanza a ver. ¿Resultado? Cursis pensamientos capaces de hacerme vomitar corazones por todo el autobús.
Round 2: Segunda noche en Zacatecas. Hotel del centro con olor a polvo. Faritos. Novio temblando de ansiedad piedrosa. Colcha de lana. ¿Resultado? Fuertes declaraciones tipo "The Notebook".
Strike 3 (estás ¡FUERA!): medio año después, una Amaya muy quitada de la pena sentada en la playa de Caleta, con un judicial fumando piedra en lata a menos de 4 metros, a eso de la 1:00 am, decide sacar su iPod. Playa. Estrellas. Música cursi. Novio enarenado y cansado de pescar en el día. ¿Resultado? Horas y horas de material lírico para Luis Miguel.
Estoy segura que podrá encontrar serias fallas en los tres escenarios. Tristemente, yo no fui consciente de ellas hasta uno o dos años más tarde (:

El punto es, si las cosas que deben de pasar para que pueda ponerme completamente en ese mood, involucran piedra, huidas de casa, judiciales o Acapulco, yo paso.


Nuevo novio. Nuevo amigo. Y hasta nueva morra. ¿Qué pasará, qué misterio habrá? Sinceramente no quiero ni pensarlo. Resulta que las cosas que haces sin pensar, sí dejan traumas. Así que no, muchas gracias. Yo no quiero sentir nada. Así me siento bien. O algo así.